A punto de finalizar el mes de enero, culminamos una semana en donde la volatilidad ha sido la protagonista.
Ello es consecuencia de un cúmulo de factores creadores de incertidumbre para los inversores, que ha motivado episodios de corrección en los mercados a lo largo de los últimos días.
Subidas de tipos de interés en el horizonte
El principal desencadenante ha provenido del otro lado del Atlántico, en donde la Reserva Federal americana (FED), si bien no ha sorprendido, sí que ha enfatizado un mensaje más contundente de control de la inflación.
En consecuencia, ya ha advertido de un endurecimiento de las condiciones financieras con una elevación de los tipos de interés americanos prevista para el próximo mes de marzo.
Por el contrario, en Europa, la hoja de ruta que plantea el Banco Central Europeo continúa siendo más acomodaticia por el momento, aplazando la decisión de subida de tipos de interés sine die; pero que sin duda llegará en próximos trimestres.
Tensiones geopolíticas
El otro protagonista de la semana han sido las tensiones derivadas por las pretensiones dominadoras de Rusia sobre Ucrania, sobre las que muchos analistas han hecho sonar la señal de alarma.
Estos acontecimientos pre-bélicos, que aunque no son novedosos, crean también inquietud entre los inversores. Como sabemos el dinero es “miedoso” por naturaleza y se asusta cuando cree oír “tambores de guerra”, aunque solo sea en su imaginación.
Repunte de la volatilidad
Lo anterior ha sido responsable del incremento notable de la volatilidad, tal como se puede apreciar en la siguiente gráfica:
Expectativas futuras
A pesar de todo lo comentado, nuestra visión es que se mantenga una tendencia positiva de fondo a lo largo de los próximos trimestres, en base a que:
– La normalización progresiva de los tipos de interés es algo bueno para la economía. De hecho, lo anómalo es que se mantengan en el tiempo tipos de interés negativos, como hemos vivido recientemente.
– Las cuentas de resultados de las compañías continuarán dando alegrías, y se espera que ello continúe a lo largo del presente ejercicio. Como sabemos, este es el principal driver del incremento de las cotizaciones.
– La inflación esperemos que se vaya moderando en la medida que las cadenas de suministro vayan fluyendo con normalidad y satisfaciendo a la creciente demanda existente.
– Las tensiones geopolíticas se irán disipando tan pronto se imponga la lógica diplomática y el sentido común. A ninguna de las partes implicadas le beneficia una escalada y menos una contienda grave.
– Estamos en el principio del fin del Coronavirus, dado que el maldito virus bautizado en el lejano 2019, el cual ha experimentado diversas variantes (y muchas más que presentará), pero con mucha menor lesividad. Ya lo anunciábamos en un anterior post (Bienvenido Mr. Ómicron: Buen presagio para 2022).
Expertos reconocidos postulan que en tres o cinco meses el virus convergerá hacia un resfriado común derivando en procesos gripales como los habituales de cada año. Sin duda, son buenas noticias para la normalización paulatina, también en la movilidad y en los servicios.
Ahora bien, de la misma forma que ha sucedido en enero, esperamos nuevos episodios de volatilidad por razones que puedan surgir de diversa índole; las cuales presentarán oportunidades de compra o toma de posiciones, como las acaecidas en los últimos días, y que como inversores avezados deberemos aprovechar con la más absoluta prudencia.
Newman: seguimiento constante
Desde Newman os mantendremos debidamente informados y os acompañaremos a lo largo de este trepidante trayecto inversor.