Desde que irrumpió el Covid-19 en nuestras vidas, hemos emitido diversos artículos al respecto de sus impactos i previsibles expectativas:
- Cómo gestionar las Inversiones ante el “coronavirus” (25.03)
- Luz al final del túnel (06.04)
- Vislumbrando la recuperación (28.04)
- Hacia la “nueva normalidad” (25.05)
Y hemos de manifestar que en todos ellos se han cumplido los pronósticos que se esbozaban. Y para muestra veamos los siguientes gráficos:
En prácticamente todos los mercados se está apreciando una fuerte recuperación (casi en forma de “V”), menos en España, en donde la recuperación de las cotizaciones parece que llevará más tiempo, pero al final también se recuperará.
¿Y la economía real…?
En cambio los datos relativos a la economía real del segundo trimestre ya sabemos que no serán buenos, debido a las medidas de confinamiento de gran parte de las economías occidentales.
De tal manera, que con la re-apertura progresiva de todos los sectores económicos, se descuenta una recuperación de los indicadores económicos a lo largo del tercer y cuarto trimestre, que muy probablemente tendrá continuidad durante el 2021.
¿Qué se espera a partir de ahora?
En este sentido, a partir de ahora se espera un comportamiento lateral-alcista en las bolsas, en donde se prevén más días de subidas que de bajadas, y en donde las subidas serán más impactantes que las bajadas. Pero siempre con un punto de mira puesto en la aparición de nuevos brotes y rebrotes del virus a partir del otoño y durante toda la temporada invernal.
Por otro lado, en el caso de que acontezcan dichos rebrotes, cabe pensar que el impacto en nuestras rutinas diarias sería muy inferior, atendiendo a los remedios paliativos existentes actualmente; y también al grado de preparación creciente de todos los actores implicados, comenzando por las autoridades sanitarias, hospitales, profesionales del ámbito de la salud,… y la propia población en general.
¿Y la vacuna?
No. La vacuna no estará lista a corto plazo. La deseada vacuna eficiente y segura contra el Covid-19 no se espera que esté disponible para amplias capas de la población mundial hasta bien entrado el año próximo.
Justamente, eso es lo que los mercados descuentan en estos momentos, así como el hecho de que los gobiernos van a continuar con sus políticas fiscales acomodaticias y los bancos centrales como prestadores de último recurso y facilitadores de toda la liquidez necesaria.
En esa línea de actuación se explica el esperado acuerdo en el seno de la Unión Europea sobre la reconstrucción, denominado Next Generation, que de ser aprobado significará sin duda un impulso notable, en especial para los países del sur de Europa.
En cambio en Estados Unidos, las noticias vendrán más de la mano de la gestión de la crisis sanitaria y la evolución de la campaña electoral, de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre; lo cual significará la aparición de ciertas turbulencias, que acabaran por disiparse.
Todo ello es lo que expresa el índice de volatilidad o también llamada índice del “miedo” escénico en el mercado, el cual cada vez se va acercando más a los niveles promedio alrededor del 20% (ahora estamos en 28%).
¿“Nueva” o “vieja” normalidad?
Hay quien opina que ya nada volverá a ser como antes. Y según nuestro criterio, los que así piensan creemos que tienen razón.
Por el contrario, hay quienes dicen que al final, todo seguirá igual. ¿Y sabes qué? En nuestra humilde opinión, creemos que también tienen razón.
¿Entonces?
Aunque parezca un contrasentido, ambas afirmaciones son correctas, puesto que la humanidad seguirá igual y continuará como hasta ahora, adaptándose a todo nuevo escenario que surja, por más adverso que este sea.
Y nada volverá a ser como antes, porque antes del Covid-19 tampoco lo era. La humanidad está en permanente cambio constante. O mejor dicho, lo que ha comportado la irrupción del virus es una mayor velocidad o aceleración muy notable de los cambios (impulso de la digitalización, trabajos en remoto, más conectividad, etc.,…)
Tengamos confianza
Esta crisis económica, a diferencia de la anterior “gran recesión” (2008), es exógena a la economía, puesto que deriva de un problema sanitario. La economía se ira recuperarando en meses no en años. De hecho, ya lo estamos notando.
Ante todo este panorama, la recomendación es clara:
Todavía tenemos expectativas de recorrido alcista en los mercados, más en Europa que en Estados Unidos y Asia. Lo lógico es que finalmente el Covid-19 tenga un impacto en las bolsas inferior al -10% en 2020. Por lo que esperamos futuros trimestres de consolidación y substancial recuperación, de tal manera que recomendamos tomar posiciones en renta variable con visión a medio/largo plazo.