Podría parecer algo banal comentar acerca de los mercados financieros, precisamente ahora cuando todo el mundo está pasando por una emergencia sanitaria sin precedentes. Pero, tampoco podemos obviar nuestra responsabilidad de informar y dar nuestra opinión al respecto de la gestión de las inversiones, ya que justamente eso, nos puede dar la tranquilidad y confianza para afrontar nuestro futuro más inmediato.
Sin duda alguna, todo lo que está desencadenando la irrupción del nuevo virus denominado “Covid-19” es un hito histórico. Realmente, es un auténtico “cisne negro” (en terminología del prestigioso investigador libanés Nissam Taleb), por ser un suceso extraño, impredecible y de alto impacto.
Como es lógico y natural, la primera y máxima preocupación es por los seres humanos que están sufriendo en primera persona y/o en sus familias este grave infortunio. Vaya por delante, que esta circunstancia está por encima de todo.
Los ratios de propagación del virus son muy elevados a nivel mundial, lo cual acrecienta todavía más la incertidumbre, si bien es cierto que a fecha actual (24 de marzo), la expansión de la pandemia se da con mayor virulencia en el hemisferio norte del planeta, y más en concreto en la parte superior al trópico de cáncer.
Este elevado nivel de propagación del Covid-19 se debe a que este virus es capaz de transmitirse por parte de personas asintomáticas, es decir, se puede dispersar el virus sin que las personas infectadas puedan ser conscientes de ello.
De aquí la razón por adoptar medidas severas y estrictas de confinamiento de gran parte de la población en muchos países, para evitar impulsar todavía más la propagación del virus.
Consecuencias del «coronavirus» en los mercados financieros
Dicha incertidumbre que antes hacía referencia, es la que ha provocado el descenso abrupto de las cotizaciones de los activos financieros, tanto de renta variable (principalmente), como los de renta fija.
Los descensos han superado el nivel del -30% en las principales bolsas del mundo, llegando incluso a acercarse a reducciones del -35% en las plazas bursátiles europeas.
Así como también, ha derivado en que se haya disparado el índice VIX de volatilidad (el cual viene a ser un indicador que mide la sensación de “miedo” en el mercado) a cotas inauditas.
En la gráfica siguiente se observa la evolución del citado índice en los últimos 30 años. Nunca antes, ni en todas las guerras ocurridas recientemente, ni en los atentados del 11-S, ni en la crisis tecnológica del 2002, ni en la gran crisis financiera del 2008,… se había visto la volatilidad a niveles como en la actualidad, llegando incluso a superar el nivel de 80 el pasado día 16 de marzo. Jamás se había visto cosa igual.
Monitorización diaria de los casos de «coronavirus» a nivel mundial
El motivo de este incremento exacerbado de la volatilidad viene derivado de la incertidumbre creada con la evolución de los casos que diariamente se confirman de infecciones por «coronavirus», y que mantienen la siguiente tendencia:
Seguimos muy atentamente la evolución diaria de todos los nuevos casos de «coronavirus» comunicados (ya sean de altas, bajas y curaciones); de tal manera que los mercados reflejan la incertidumbre que asola a todo el planeta.
Lo cierto, es que se espera que continúe repuntando el número de personas infectadas a nivel mundial, en especial, en aquellas zonas en que todavía está por desarrollarse la onda expansiva con mayor notoriedad (como es el caso de América del Norte); todo ello hasta que se toque techo y la gráfica comience a descender. Ese será el momento clave.
Afortunadamente, según comentan los expertos en epidemiología, los niveles de mortalidad del citado virus son inferiores a otras pandemias y epidemias que acontecieron en épocas pasadas, pero justamente son las personas más vulnerables (por su edad avanzada o por padecer dolencias crónicas) el colectivo más afectado.
De acuerdo a los datos disponibles hasta la fecha, el 95% de las personas infectadas por el virus son asintomáticas, o bien experimentarán tan sólo dolencias muy leves. En cambio, el 5% restante sí que podrá requerir tratamiento, ingreso hospitalario y en algunos casos cuidados intensivos; siendo estos lo que en mayor medida conformarán las estadísticas de la tasa de letalidad del virus.
Y por si esto no fuese suficiente, reaparece el petróleo…
A su vez, a todo este panorama se ha añadido las tensiones en el seno de los países productores de petróleo miembros de la OPEP, y en especial, entre Arabia Saudí y Rusia; por el poder en el establecimiento de las condiciones de oferta del petróleo. Ello ha derivado en una bajada abrupta del precio del barril de crudo, situándose a precios del 2004 (por debajo de los 30$/barril de Brent) y sembrando, si cabe, más incertidumbre al panorama económico mundial.
Transitoriedad de los eventos
No obstante, cabe decir que lo que está ocurriendo es algo temporal y transitorio que se espera pueda ser controlado en breve espacio de tiempo. En este sentido, las radicales medidas adoptadas por los gobiernos respectivos van en la línea de paliar la rápida propagación del virus. Asimismo, también es de prever que la bonanza meteorológica haga acto de presencia en poco tiempo en el hemisferio norte, la cual cosa ayude a la contención de la extensión del virus.
De hecho, desde China nos llegan noticias esperanzadoras en este sentido, de tal manera que allí están volviendo a la normalidad después de las medidas de contención adoptadas. A modo de ejemplo, en el mismo epicentro de la crisis sanitaria, la ciudad de Wuhan, se han reabierto las fábricas y plantas de producción trabajando con absoluta normalidad.
Es de prever que ese mismo escenario se pueda reproducir en Europa a lo largo de las próximas semanas, y posteriormente en otras zonas del globo.
También tenemos que considerar como algo favorable los estudios realizados por prestigiosas universidades chinas, en que han corroborado que el virus soporta mal un incremento de la temperatura, así como un ascenso de la humedad. La cual cosa, nos hace presagiar una contención de la virulencia del virus gracias a la ayuda de la meteorología en los países del hemisferio norte. Buenas noticias que se irán confirmando por sí solas.
Valoraciones de derribo en los mercados financieros
A lo largo de estos días del mes de marzo, los mercados han sufrido correcciones muy abultadas, debido a la incertidumbre y el pánico de los inversores a lo que pueda deparar el futuro.
Constancia de todo ello es la evolución extremadamente negativa de las bolsas mundiales y también la española. En la gráfica se aprecia la senda del IBEX35, tocando niveles mínimos del año 2012 y cercanos a la crisis del 2002:
Sector turístico, el más penalizado
Obviamente, uno de los sectores que más están sufriendo el castigo de los mercados es el turístico.
Como es bien sabido, las compañías turísticas han sufrido cancelaciones masivas (líneas aéreas, hoteles, parques temáticos, cruceros,…); pero las cuales se esperan que sean transitorias; de tal manera que cuando pase esta contingencia temporal vuelvan a su actividad normal.
La pregunta es: ¿Tiene sentido que un hotel valga un 50% o un 60% menos debido a que durante unas semanas/meses sufra cancelaciones, que se prevén se puedan recuperarse más adelante?
Algo todavía más incompresible
¿Tiene sentido que, no las compañías hoteleras, sino las compañías farmacéuticas, hayan perdido un cuarto o un tercio de lo que valían hace escasos días? NO TIENE NADA DE SENTIDO.
Lo cierto es que la historia se acostumbra a repetir en este tipo de eventos, en que aquellos inversores nerviosos, que no son de largo plazo y que no están preparados para soportar la presión del momento, deciden malvender sus activos.
En estos episodios siempre ocurre lo mismo. Al final de todo el proceso, cuando se hace balance de lo ocurrido y se vuelve a la normalidad más absoluta se observa lo siguiente: UN CAMBIO DE MANOS EN LA TITULARIDAD DE LOS ACTIVOS.
Es decir, toda una muchedumbre que ha vendido excesivamente barato, a favor de alguien que ha comprado a precios de derribo.
¿Cómo podemos actuar?
Ante situaciones como la presente, tenemos tres alternativas diferentes de actuación:
- Comprar: Es la opción más inteligente. Ya sea adquiriendo puntualmente o bien de forma sistemática, aquellos activos robustos que están siendo ampliamente penalizados.
- Mantener: Es la opción más sensata, a fin de esperar a que las valoraciones se vuelvan a recuperar y todo vuelva a la normalidad.
- Vender: Es la opción más LESIVA, ya que de esta forma explicitamos pérdidas, que en caso de no volver a comprar, se convierten en irrecuperables.
Ante todo ello: una recomendación
Así pues, la recomendación es tener paciencia y esperar a que los mercados recobren la calma, y las valoraciones se recuperen y vuelvan a su estado natural.
Probablemente, el escenario de incertidumbre y volatilidad todavía nos pueda acompañar varios días/semanas más.
No obstante, transitoriamente las carteras pueden sufrir el impacto negativo fruto de la irracionalidad y el pánico al que antes me refería. Pero todo ello también pasará. Seguro que pasará.
Una metáfora comprensible
Imaginemos que fruto de una fortísima tormenta, nuestra casa ha sufrido daños relevantes, de tal manera que tengamos una inundación, desperfectos en el tejado, y alguna que otra incomodad más.
Si contamos con un buen seguro, tenemos que estar tranquilos, ya que la compañía aseguradora nos indemnizará los desperfectos al cabo de cierto tiempo. Por lo tanto, no tiene sentido renunciar a cobrar de nuestro seguro a cambio de malvender nuestra casa e irnos a otro sitio de peores condiciones, aunque estemos algo más “cómodos” temporalmente.
Esto, también pasará…
A todo ello cabe entender que el castigo aplicado a las bolsas de todo el mundo es sin lugar a dudas excesivo, partiendo siempre de la premisa de que el brote vírico será temporal en el tiempo (de hecho así ha ocurrido recientemente en China).
En nuestro caso como inversores, eso se ejemplificaría manteniendo nuestra inversión (activo) en espera de que los mercados se recuperen y se normalice de nuevo la situación.
Por lo tanto, la consigna es: ESTAR TRANQUILOS, NO MALVENDER ACTIVOS, HASTA QUE LA TORMENTA PASE. Y AQUELLOS QUE DISPONGAN DE LIQUIDEZ, ES ACONSEJABLE COMPRAR DE FORMA PRUDENTE Y EVOLUTIVA.