Estoy seguro que a estas alturas ya sabes cuál es uno de los hábitos financieros más importantes, sino el que más.
Me refiero a tomar la decisión y mantener la disciplina de ahorrar y, puestos a hacerlo, cuanto antes mejor.
¿Cuál es la mejor forma de ahorrar?
En esto de ahorrar hay dos sistemas:
- Pagarte a ti primero, eso es cuando ahorramos en el mismo momento de cobrar. El resultado es que: ahorramos seguro y ahorramos más.
- Pagarte al final, es decir, se intenta ahorrar cuando se han pagado todos los gastos mensuales, y si queda algo, se ahorra. El resultado ya te lo puedes imaginar: se ahorra poco o nada.
“Tú eliges. Por mi parte siempre aconsejo escoger la primera opción, y seguro que saldrás ganando”.
Si te pagas a ti primero, equivale a darte más importancia a ti mismo frente a los demás. A valorarte más.
¿Por qué tienes que ser menos importante que el banco o la compañía telefónica? ¿Te lo has preguntado alguna vez?
No lo olvides nunca, tú debes ser lo más importante.
¿Cómo hacerlo?
No creas que el hecho de ahorrar al principio sea algo complicado. Nada más lejos de la realidad. La verdad es que es muy sencillo: Sólo hay que notificar a la entidad financiera que a primeros de mes, tan pronto se abonen tus ingresos, se traspase una cierta cantidad a una cuenta de ahorro abierta a tu nombre.
“Así de simple. Incluso puedes dar la orden por Internet, mediante la plataforma de banca electrónica de tu entidad”.
De esta forma conseguirás que el proceso de ahorro mensual sea automático. De tal manera, que sin darte apenas cuenta, ahorrarás un porcentaje fijo cada mes. Lo que tú decidas.
Esto no significará ningún sacrificio, porque enseguida uno se adapta a no contar con el dinero que de forma automática va engrosando nuestro ahorro.
¿Qué cantidad nos conviene ahorrar?
Mi recomendación es la que puedas y cuanto más mejor. Ahora bien, sin llegar a obsesionarte. No cruces la fina línea que te llevaría a la avaricia y la tacañería.
Lo importante es pasar a la acción, y de forma disciplinada ahorrar tan pronto se ingrese la cantidad establecida. Poco a poco, y de forma evolutiva ya se irá incrementando el porcentaje de ahorro.
Nosotros elegimos la velocidad del ahorro, a partir de la cual nos proporcionará mayor nivel de libertad financiera. Para ir bien, mínimo un 10%, siendo aconsejable a partir del 20% en adelante.
El ahorro nos da tranquilidad, nos aporta seguridad, nos protege de imprevistos, nos posibilita mejor educación y cultura, nos permite viajar o ir de vacaciones cuando nos apetezca, o incluso la posibilidad de emprender algún proyecto por nuestra cuenta.
Es decir, el ahorro y la libertad financiera consiguiente, nos ofrece alternativas que podemos hacer realidad ahora, y no necesariamente cuando nos jubilemos.
No importa si se gana poco o mucho dinero, lo que verdaderamente importa es lo que se consigue guardar periódicamente de lo que se gane.
Más que la cantidad, lo determinante es el plan.