Siempre recomiendo desconfiar de aquellas inversiones o negocios que parecen ser demasiado buenos para ser verdad.
No tenemos que perder ni un instante en evaluar las promesas de rentabilidades desorbitadas, o que sean superiores a lo “normal”.
Nadie puede prometer eso de forma sostenible y perdurable en el tiempo.
En este vídeo, Josep Castro te da las claves para que no caigas en el engaño.